En este territorio nuestro primer propósito fue acompañar a las comunidades afrodescendientes y campesinas que viven en los departamentos de Cesar y Magdalena en el llamado: Corredor minero. La minería de carbón a gran escala ya lleva 30 años de operaciones en estos dos departamentos. Ha dejado una situación desoladora para las comunidades que habitan en las zonas mineras.
Hoy corregimientos enteros como Boquerón (a quienes acompañamos) serán desplazados de su territorio (reasentados) por altos índices de contaminación atmosférica. También sus fuentes hídricas se han ido secando. Sus océanos contaminados: cómo el caso de los pescadores de Don jaca que también acompañamos, cuya cooperativa de pescadores ha quebrado en los últimos años por la contaminación oceánica producida por el transporte del carbón y la instalación de puertos de embarque.
Su fauna y flora han ido desapareciendo y sobre todo en los últimos años, el Estado Colombiano ha anunciado que el cambio climático generará altos niveles de desertificación en sus territorios, ocasionando grandes sequías y enfermedades para esta población. Nosotras ante este escenario estos 9 años hemos:
Hoy Tierra Digna en este territorio tiene un reto mayor: reconstruir aquello que se ha dañado (el tejido comunitario, el territorio degradado por la minería de carbón, los océanos), promoviendo una transición económica justa y pensando desde las comunidades alternativas de vida digna en esta región.
Las comunidades cada día nos piden soluciones concretas a su actual situación, y sobre todo medidas ante un futuro incierto donde el cambio climático y sus consecuencias en la salud territorial y el acceso al agua para los años venideros podrían ser nefastas para esta región si no actuamos a tiempo.